Se trata de una contracción muscular que ocurre de forma continuada en todo un músculo y de manera involuntaria. Principalmente aparece por movimientos repetitivos, tras un esfuerzo, un mal gesto o bien por mantener una postura determinada (muy típico…nos vamos a dormir, y estamos bien. Por la mañana, no podemos mover el cuello y tenemos la parte superior del hombro rígida…).
Las contracturas pueden desaparecer “rápidamente” y espontáneamente… el mismo día, o al cabo de 4-5 días posteriores. Para favorecer este proceso podemos hacer algún suave estiramiento de la zona o un masaje suave.
A menudo se opta por la opción rápida que son los fármacos. Pero en realidad esto no nos tratará la causa… y en unas semanas o meses, de nuevo, volveremos a tener ese dolor y podrán aparecer otras nuevas compensaciones musculares, articulares, dolores irradiados…
Es importante saber que, cuando el dolor de espalda que tenemos es agudo o bien nos limita el movimiento, podemos acudir al fisioterapeuta des del primer día. Actualmente, existen técnicas manuales de fisioterapia, así como técnicas complementarias, que pueden ayudar a relajar la musculatura, mejorar la movilidad articular, reducir la inflamación o edema…aunque estemos en una fase inicial.
Para ello será necesaria una valoración adecuada e individualizada del paciente y determinar en qué fase está, causa de la lesión, etc. Y así poder aplicar el tratamiento que necesita.
De esta manera podremos evitar mayores complicaciones y el tiempo de recuperación será menor.
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Fisioterapia Anna Sabrià. Vilanova i la Geltrú.